Líneas de investigación
Historia de la arquitectura del siglo veinte
Construcción de la arquitectura del siglo XX
Deterioro y deficiencia de la arquitectura del siglo XX
Intervención y reparación de la arquitectura del siglo XX
Digitalización de la arquitectura del siglo XX
Catalogación e inventariado de la arquitectura del siglo XX
Arquitectura del siglo XX
La línea estará dedicada a la investigación y recopilación documental relativa a arquitectos y arquitectas del siglo veinte. Además de la búsqueda de proyectos, fotografías y documentos técnicos de aquellas obras construidas en el País Vasco durante el siglo veinte, se tratará de completar las biografías de aquellos arquitectos que en muchas ocasiones han quedado en el olvido, así como sus obras, poniéndolas en contexto y relacionándolas con las principales corrientes de su época.
Construcción de la Arquitectura del siglo XX
Los sistemas constructivos experimentaron una evolución inédita a lo largo del siglo veinte, en el cual los avances tecnológicos fueron, cuantitativa y cualitativamente, muy superiores a los logrados durante los siglos precedentes. Es cierto que la diversidad y la complejidad del conjunto arquitectónico en nuestra sociedad es todo él diverso y sumamente complejo. Tan cierto como ello es que el patrimonio arquitectónico del veinte presenta, además, características específicas desde el punto tecnológico, ya que se encuentra asociado con los sistemas de producción industrial de los siglos veinte y diecinueve.
Esta línea está dedicada al estudio de los sistemas constructivos empleados durante el siglo veinte, ya fuera para edificar la vivienda colectiva o para cualquier otro tipo y programa. Se considera una línea clave, dado que una intervención sobre el patrimonio edificado sin estudiar previamente no sólo las características constructivas del edificio objeto de intervención, sino todo el contexto tecnológico, industrial y social en el que se desarrolló, está abocada al fracaso.
Deterioro y deficiencia de la arquitectura del siglo XX
Un sistema constructivo se caracteriza, entre otros, por su manera de deteriorarse. Es una característica inherente a su propia naturaleza, que depende de los materiales de los que se compone, de las características reológicas de estos, de la relación entre sus elementos, de su protección y de su exposición. En lo que se refiere a la arquitectura del siglo veinte, su deterioro adquiere una mayor complejidad, dada la multiplicidad de materiales, elementos y productos que confluyen en un mismo sistema.
Por otra parte, es evidente que cuestiones tales como el ahorro energético o los niveles de emisión de gases de efecto invernadero han sido históricamente ajenas a la tecnología de la construcción. Sin embargo, como consecuencia de la adopción de nuevos estándares de confort y ante el reto de reducir las emisiones de CO2, la edificación en general, y el parque residencial construido durante el veinte en particular, se han revelado deficientes. La línea persigue, por lo tanto, obtener los rangos que en términos de demanda y emisiones presenta cada uno de los tipos residenciales del siglo veinte, puesto que su caracterización energética será de gran utilidad a la hora de emprender estrategias rehabilitadoras.
Intervención y reparación de la arquitectura del siglo XX
De los documentos de ámbito internacional relativos al patrimonio cultural y arquitectónico, las que más inciden en la intervención sobre el patrimonio del veinte son la Carta de Cádiz y el Documento de Madrid, que promulga los Criterios de Conservación del Patrimonio Arquitectónico del siglo XX.
La carta de Cádiz (2007) afirma contundentemente que la desaparición de los edificios del Movimiento Moderno constituye un testimonio indicador del fracaso cultural y ambiental de las poblaciones y ciudades que lo permiten, y reclama la atención sobre cuatro aspectos considerados esenciales para la conservación del patrimonio construido contemporáneo: en primer lugar, evitar que la arquitectura del veinte quede desvirtuada como consecuencia de la intervención; en segundo lugar, la conservación de aquellos ambientes urbanos y paisajísticos producidos por el movimiento moderno; en tercer lugar, la conservación de los edificios del Movimiento Moderno, y por último, la preservación de las técnicas constructivas ligadas a los edificios industriales Movimiento Moderno.
La línea dará cauce a la investigación sobre técnicas de conservación en edificios del veinte, entendida como toda aquella actuación, más allá del normal mantenimiento, cuya finalidad sea la de mantener las características de todos sus componentes.
En segundo lugar, aportará nuevo conocimiento sobre la rehabilitación. Serán estudiadas las diversas estrategias de intervención sobre la vivienda colectiva no protegida, ya sea en aras de optimizar su comportamiento energético, o de adecuar y ampliar un tipo residencial que ha quedado obsoleto.
También se tratará sobre el mantenimiento de la arquitectura del veinte, entendido como toda aquella actuación sobre un elemento arquitectónico, cuya finalidad sea la de conservar o mantener las características de todos sus componentes, sean estos esenciales o secundarios.
Finalmente, serán desarrolladas estrategias de restauración destinadas a devolver las características originales de los edificios, perdidas o desnaturalizadas por una u otra causa. Tratándose de la arquitectura del veinte, las soluciones técnicas son complejas: la diversidad de técnicas empleadas en su construcción; las características experimentales de algunos de los sistemas empleados, muchos de los cuales dejaron de producirse, o la menor durabilidad de algunos materiales, hacen necesaria la aplicación de estrategias específicas, así como la puesta a punto de herramientas críticas y operativas que, en general, no forman parte del saber hacer de los agentes sobre los que recae la responsabilidad de restaurar.
Digitalización de la Arquitectura del siglo XX
La línea estará dedicada a la digitalización, la cual está cambiando profundamente nuestra experiencia cultural, no solo en términos de producción y difusión, sino también en términos de participación, creación y de aprendizaje en la sociedad del conocimiento.
En lo que a la arquitectura se refiere, la directiva europea para la contratación pública (2014/24/UE) dicta que los trabajos de rehabilitación del patrimonio público deberán ser licitados en base a herramientas de diseño electrónico de edificios. Debido a ello, las administraciones y los agentes que intervienen en la gestión del patrimonio construido demandan herramientas solventes, dada la ingente cantidad de información que se debe manejar. Para ello, es necesario disponer de instrumentos que permitan recopilar, comparar, compartir y gestionar toda la información disponible relativa a la geometría y el estado de conservación de los edificios. Dichos datos incluyen, entre otros, la geometría de los edificios, contenidos temáticos e históricos, información constructiva, fases anteriores de intervención, alteraciones detectadas e información sobre actividades de mantenimiento o restauración. Por otra parte, la Ley 9/2022, de 14 de junio, de Calidad de la Arquitectura, haciéndose eco de la directiva 2014/24/UE, dice que la administración fomentará en los proyectos del sector público el uso de herramientas electrónicas específicas, tales como metodologías de modelado digital de la información de la construcción (BIM) o similares y la incorporación de técnicas innovadoras.
La línea estará dedicada a la aplicación del BIM a la arquitectura del veinte, así como a la optimización de su aplicación. La investigación seguirá las pautas establecidas por el propio grupo con el fin de diseñar una metodología innovadora de análisis, tratamiento y gestión de la información basada en un modelo gráfico 3D as-built, complementado por una base de datos especializada: datos históricos, arqueológicos, arquitectónicos, de alteraciones, etc.; todo ello mediante el empleo de la fotogrametría o el escaneado 3D, métodos especialmente útiles para edificios históricos, dadas las irregularidades y las alteraciones a las que estos se ven sometidos.
La línea estudiará así mismo la aplicación, en la gestión del patrimonio arquitectónico del siglo veinte, de los Sistemas de Información Geográficos (GIS), los cuales permiten integrar las múltiples formas de recoger la realidad e interrelacionarlas entre sí. En un GIS tienen cabida simultánea la cartografía, ya sea topográfica o temática, la imagen de satélite, cualquier base de datos por compleja que sea o la fotografía, siempre y cuando toda esta información esté debidamente georreferenciada. Los GIS contemplan la realidad desagregada en diferentes capas de información que se superponen. Ello requiere de un proceso de estructuración de los datos de manera que sean susceptibles de conformar niveles de información organizados según sus contenidos temáticos. También manejará simultáneamente los mapas temáticos que contienen la vegetación, los suelos, el relieve, la geología y otros.
Catalogación e inventariado de la arquitectura del siglo XX
La catalogación consiste en identificar, describir y sistematizar el corpus del patrimonio arquitectónico. De esta actividad deriva la redacción de Catálogos y normas municipales para su integración en el Registro del Patrimonio Cultural Vasco y el Registro de Bienes Culturales de Protección Básica del Gobierno Vasco. Supone así mismo una base fundamental para la elaboración de los Programas de Rehabilitación de bienes inmuebles y espacios urbanos, promovidos por ayuntamientos y entidades locales que establezcan normas para su protección. La línea estará dedicada a la catalogación de inmuebles y conjuntos del veinte, incorporando técnicas digitales como el escaneado 3D y ahondando en la justificación de dicha catalogación mediante el estudio histórico comparado y contextualizado.
En lo que al inventariado se refiere, el primer requisito para poder planificar la protección y promoción del patrimonio arquitectónico es la identificación de las edificaciones susceptibles de tutela a través de la realización de un censo general de las mismas. Los primeros intentos de abordar un inventario amplio del patrimonio arquitectónico en el País Vasco se remontan a 1978. Desde entonces se han sucedido múltiples iniciativas promovidas por diferentes instituciones públicas, con una tendencia a la ampliación de las variedades tipológicas objeto de atención. A este respecto, la arquitectura del siglo veinte ha venido ganando reconocimiento, coincidiendo, precisamente, con la expiración del siglo, de manera que cientos de edificios residenciales, industriales o dotacionales han pasado a ser considerados como dignos de ser cuidados.